El tablero de comando
La tarea del Director de Obras nunca ha sido fácil y mucho menos de simple ejecución. Son innumerables los factores concurrentes que dificultan la tarea, la que a vista de terceros y extraños es la de solamente inspeccionar la obra, los trabajos ejecutados por los obreros y aprobar o rechazar las tareas encomendadas.
Si bien esta mirada es simplista y parcial por parte del comitente – cliente, no deja de ser también una idea recurrente por parte del obrero de la construcción, coincidiendo con el cliente, que la función del Director de Obras es la de visitar y supervisar la ejecución de los trabajos necesarios para la concreción de la obra pero que la “sabiduría” del gremio presupone que la presencia profesional es casi innecesaria, y hasta un gasto inútil para el cliente, el hecho de contratar a un Director de Obra para conducirla técnicamente.
Las responsabilidades emanadas de la aceptación de una Dirección de Obras, pasa no solo por la Responsabilidad Civil, ante la cual se responde por esta vía en tribunales civiles, y la solución al conflicto pasa por un resarcimiento económico al comitente, sino que además se asume la responsabilidad Penal, la que implica que el Director de Obra también es responsable por la salud e integridad física de sus dirigidos.
Lejos de ser correctamente retribuida económicamente esta responsabilidad, en ocasiones el Director de Obras queda en medio de acusaciones cruzadas entre Cliente y Obrero, lo que lo coloca en una situación más que incomoda al ser el intermediario entre las partes, el que paga y los que cobran por la ejecución de la obra.
Hay que dejar aclarado y por escrito en el contrato, que el Director de Obra tiene la autoridad concedida por el Código Civil y Comercial de la Nación Argentina, de tomar las decisiones que crea necesarias y justas para llevar a buen fin la obra, sin importar si se debe desandar sobre lo realizado si considera que no es correcto lo ejecutado, y ordenar su reejecución.
Nuevo Paradigma de la función del D.O.
El nuevo concepto de la función del Director de Obras tiende a un cambio del paradigma tradicional: Acompañamiento de los procesos constructivos en contraposición al viejo modelo de la Inspección.
La inspección de obra presupone una verificación del hecho consumado. Es decir llegar a la obra cuando está terminada la tarea encomendada para aprobarla o rechazarla. Esta vieja modalidad, con un tinte retrogrado, que se enseñaba en la vieja escuela de la Dirección Técnica, tiene muchas más desventajas que ventajas, veamos:
- Inspeccionar una tarea de obra o un hecho concreto implica verificar una vez ejecutado el encargo si cumple con los requisitos solicitados. En caso que esto no ocurriese, se indica deshacer la tarea y volverla a ejecutar.
Esta situación conlleva un gasto mayor, ya que será necesaria la demolición de la tarea mal ejecutada y su reejecución, involucrando no solamente el material desperdiciado, sino el costo de la mano de obra y un recurso no renovable, el tiempo que demandó hacer mal el trabajo y volverlo a realizar.
Este caso pone en evidencia que la función de ir monitoreando paso a paso, proceso a proceso, si bien a primera vista aparece como más trabajosa y lenta, asegura al final de la tarea un resultado esperado, sin correcciones ni demoras.
El nuevo paradigma del Director de Obras es el de acompañar y monitorear cada proceso de obra de manera cronológica y en tiempo real, de manera que si hay un desvío de lo planificado -ejecutado o algún error de interpretación por parte del operario- , sea corregido en el momento, evitando de esta forma que se agregue valor a un trabajo mal realizado.
Para llevar a cabo una gestión correcta, existe esta Herramienta llamada CUADRO DE MANDO INTEGRAL, la que se conoce con un nombre más simple y práctico: TABLERO DE COMANDO.
Es necesario primero comprender cuál va a ser la utilidad que se le va a dar al Tablero de Comando. Primero, la herramienta debe ser creada para cada situación y en función del tipo de obra o tarea a ejecutar y constará al menos de:
- Instructivos de Trabajo (ordenados de manera cronológica)
- Listas de comprobación (Check List)
El Tablero de Comando entonces se confeccionará con una lógica similar a la de un semáforo, es decir, el color VERDE indica que esta REALIZADO, el color AMARILLO EN PROCESO y por último el color ROJO NO REALIZADO.
El Tablero de Control es una Herramienta Dinámica, que se va modificando con el transcurso de los trabajos de obra, hecho que permite además llevar un registro documental de la obra y cada uno de sus procesos, y por otro lado tener la TRAZABILIDAD desde el inicio, contando con la fecha de ejecución de cada tarea, y eventualmente el responsable de la misma.
Se puede aplicar el TABLERO DE COMANDO en tres estadios de la obra
- Antes de Iniciar la Obra
- Durante la Obra
- Finalizada la Obra
Sabido es que antes del inicio de obra efectivo, es necesario realizar una serie de tares de todo tipo, como documentales, tanto de contratos, presentaciones, documentación gráfica y trabajos preliminares.
- El objetivo de este primer Tablero de Comando Antes de Iniciar la Obra es el de comenzar el hecho arquitectónico, con todos los pasos previos cumplidos y habiendo sido verificados. De esta manera el Tablero de Comando nos dará la luz VERDE para poder continuar y entrar de lleno en la ejecución propiamente dicha.
- Entrando a la obra propiamente dicha confeccionaremos un Tablero de Comando con cada ÍTEM de la obra, desde Replanteo hasta Limpieza de obra. Antes de avanzar al punto 3 Finalizada la Obra, el semáforo deberá estar en VERDE para que nos habilite a completar los trabajos después de terminada la obra.
- Finalizada la Obra el Tablero de Comando abordará distintas áreas a saber: cierre de contratos, presentación de documentación gráfica con actualización, desarme de infraestructura auxiliar para la ejecución de la obra y verificación del funcionamiento de la misma, en cuanto a instalaciones varias, pruebas de hermeticidad, funcionamiento correcto de aberturas, etc.
Con este último Tablero de Comando se habrá dado por finalizada la obra y por ende la función del Director de Obra, con la certidumbre de que se ejecutaron de manera correcta todas las tareas, en orden cronológico, sin saltearse ninguna, es decir de manera secuencial, y asegurarse entonces que estos estrictos controles de calidad se realizaron auditados y verificados, dando cumplimiento a planos de proyecto y pliegos de especificaciones técnicas.
Comentarios Finales
Surge la inquietud si el Director de Obras puede cumplir con llevar el día a día al Tablero de Comando. La sugerencia para este fin es que se contrate a una especie de Sobrestante de Obra que vaya haciendo efectivo cada verificación de los distintos procesos.
La única función de este representante del Director de Obras será la de ser el MONITOR, certificando que se vayan realizando los procesos de acuerdo a lo especificado.
La duda es ahora si esta Inversión en un integrante más del plantel de obra no implica un aumento en el costo final de la misma. La experiencia y la práctica me permiten decir que es mucho más económico desde el punto de vista monetario y mucho mas desde el punto de vista técnico, pagar un sueldo más que malgastar dinero al finalizar la obra para completar o arreglar errores que no fueron advertidos en tiempo y forma.
Hay una sola forma de hacer las cosas: BIEN. Si se hacen mal, hay que repetirlas y esto implica hacerlas dos veces y claramente el costo será el doble del inicial.
Por: Arquitecto CARLOS A. GRISOLÍA
Director de CETArq (Centro de Estudios Técnicos Arquitectónicos)

















