Vivienda introvertida ubicada en pleno corazón de Nueva Córdoba, concebida con acertados conceptos funcionales, recursos constructivos mixtos y equipamiento de vanguardia. Diseñada por el arquitecto Gerardo Domínguez.
Un proyecto que surge para dar solución de calidad de vida a dos personas (padre e hija), que comparten gran cantidad de tiempo juntos. La idea fue conformar una casa pequeña, simple, de fácil mantenimiento, con riqueza espacial y áreas claramente definidas en su uso.
La misma fue construida en un terreno en el barrio de Nueva Córdoba, que dada su ubicación, ya contaba con las facilidades necesarias para el desarrollo de las actividades de ambos habitantes.
Se plantea una casa introvertida, con un muro ciego en fachada y dos ingresos: uno peatonal y otro vehicular, buscando seguridad y un perfil bajo en su imagen. Así, la fachada no expresa lo que pasa adentro y solo al ingresar se puede descubrir la casa.
La vivienda consta de tres plantas: en planta baja se ubica el área social con un único ambiente que comprende recepción, estar y cocina/comedor; anexo a este sector , está la zona asador con su correspondiente comedor, el cual da al patio interior, que funciona también como patio de luz y expansión. En esta misma planta también se encuentra la cochera para dos autos y depósito de herramientas; próximo a la cocina se ubica el toilette y el lavadero, área de servicio en general. Para dar mejor luminosidad se plantea otro pequeño patio hacia donde se abre la cocina con un gran ventanal, y ahí se ubica un muro/cascada como punto focal y motivo de relajación con ver el agua que discurre y escuchar su sonido al caer.
En la zona de ingreso se planteó una puerta granero para tener privacidad en el ingreso, resuelta con dos mil bolones de vidrio; su diseño, fue propuesto por Macarena, estudiante de arquitectura, hija del propietario de la vivienda. El sistema de calefacción se resuelve con radiadores de hierro fundido que toman protagonismo en el interior por su pintura color rojo vibrante. La escalera se materializa como un filtro visual entre el comedor y el estar, siendo su estructura en caños, sus peldaños de madera maciza y su baranda tensores.
En la segunda planta, se ubican las áreas de descanso y trabajo. Tras subir las escaleras, se advierte un escritorio que balconea sobre el estar en doble altura; a la derecha de este, se encuentra el dormitorio principal, compuesto por un vestidor y baño. Del lado izquierdo -y separado por una puerta corrediza que otorga privacidad- está el espacio de la hija, con su dormitorio, baño y un taller de estudio que a su vez puede funcionar como cuarto de huéspedes.
En la tercera planta, se encuentra la terraza o área de expansión, en la cual destaca una pequeña pileta y una serie de reposeras; también hay un área de estar armada con muebles Drift y otra que quedó reservada para integrar una huerta en un futuro. La cubierta es de pasto sintético y deck. Por encima de esta terraza están los tanques de agua y equipos de A°A° todos agrupados en un núcleo.
La construcción se planteó en un sistema constructivo en seco, salvo el perímetro, en donde se implementó un sistema tradicional con ladrillo común y revoque grueso fratasado. Se optó por este sistema en virtud de su fácil ejecución y demolición, ya que en este terreno estaba previsto la construcción de un edificio y en su momento no se descartaba su ejecución.
Toda la casa se construyo con perfiles UPN para columnas, y las vigas y losas con perfiles C con fenólicos como cierre. Las paredes se resolvieron con sistema de paneles de roca de yeso hacia el interior y revestimiento en chapa galvanizada hacia el exterior.
Año del proyecto 2016
Superficie del terreno 200 m2
Proyecto y dirección técnica: Arquitecto Gerardo Domínguez
Colaboración: Macarena Domínguez
Fotografías: Roger Berta