Arquitectura sustentable

Propuesta de Sistematización de Bioarquitectura

En su búsqueda de difundir una arquitectura más responsable con el medioambiente, el Instituto de Arquitectura Sustentable del Colegio de Arquitectos (IAS), presenta la propuesta realizada por el taller de arquitectura QUINUA: el sistema BIO TRAMA, concebido con los conceptos de la bioarquitectura y enfocado en la búsqueda de acortar tiempos, costos , facilitar la mano de obra y racionalizar su construcción.

El sistema se plantea a partir de tres ventajas: la primera es simplificar los procesos constructivos posibilitando el fácil aprendizaje para llevarlo adelante, la segunda es su fácil replicabilidad y por último, ser apropiado para la autoconstrucción.

Muchas veces la autoconstrucción es la única forma de gestión que le permite a un grupo grande de personas llegar a la vivienda propia. Por otro lado, al no requerir una mano de obra especializada y artesanal, y al hacer un uso racional de los materiales, baja significativamente los costos de la construcción y disminuye en gran medida los tiempos de obra.

Bio Trama se basa en un sistema constructivo norteamericano llamado platformframe. Cuando se aprobó el reglamento argentino de estructuras de madera CIRSOC 601 en julio de 2016, se comprobó que este sistema cumplía con toda la normativa, adoptándolo como modelo del cumplimiento del reglamento, un hecho muy importante porque esto ratifica su aprobación a nivel nacional. El 11 de enero de 2018, la Secretaría de Vivienda y Hábitat del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda promulgó la Resolución 3-E/2018 donde se establece que el sistema de construcción de entramado de madera es considerado un sistema constructivo “tradicional” por lo cual queda exento de solicitarle el Certificado de Aptitud Técnica (C.A.T.). A partir de esto el INPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), en su disposición Nº2 de abril de 2019 también determina que al haberse declarado como sistema “tradicional”, no se le solicitará el Certificado de Aptitud Sismorresistente (C.A.S.) como a los demás sistemas tradicionales.

Secuencia constructiva y montaje en obra de un módulo de 16 m2, realizado con herramientas simples (serrucho, martillo, clavos, alambre y hormigonera). También se destaca la facilidad de ejecución permitiendo así la participación de personas no especializadas. Sistema con el que se logran materializar espacios habitables muy rápidamente..


Desde Quinua Arquitectura, se accedió a través de un proyecto financiado por el Ministerio de Desarrollo Social de Nación a la elaboración de la Memoria de Cálculo, para otro sistema constructivo desarrollado por el estudio, que utiliza el mismo sistema estructural que BioTrama, para su aplicación en las provincias de Mendoza y San Juan, lo que significaba calcularlo para zona sísmica 4 y con el sobrepeso de 1 metro de nieve sobre la cubierta de techo. Esta Memoria de Cálculo verificó en todos sus aspectos. También parte de este proyecto consistió en la verificación en laboratorio de dicho sistema constructivo, por lo que se realizaron las pruebas en el laboratorio de la FCEFyN (Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales) de la UNC, donde los resultados mostraron una resistencia tres veces mayor a las que habían sido calculadas teóricamente.

Desarrollo del Sistema

El sistema Bio Trama consiste en un entramado de madera, sobre una fundación de una plataforma (de hormigón armado o de madera), y con arriostramientos que reemplazan el OSB o fenólico del platformframe, por triangulaciones de la misma estructura. Luego se construye un techo con estructura de madera y cubierta de chapa, con las correspondientes aislaciones. Los muros se rellenan con quincha (barro y paja ) y se realizan las terminaciones con las distintas capas de revoques de tierra cruda.

Las fundaciones o cimientos se realizan con un sistema mixto de platea y zapata corrida, lo que permite su adaptabilidad a cualquier tipo de suelo sin necesidad de realizar un estudio del mismo. También se desarrolló un sistema alternativo de fundaciones en palafito, sobre bases de hormigón armado y postes de madera dura.

Este sistema de fundaciones permite que se adapte al territorio serrano cordobés y el libre curso de las escorrentías de agua, muy importante para no alterar los ecosistemas de esta región.  Además, la estructura está constituida por paneles de retículas de madera que se desarrollan muy detalladamente en un legajo técnico gráfico, facilitando en gran medida el trabajo y control en obra, siguiendo simplemente un paso a paso de una secuencia constructiva. Esta racionalización de la construcción disminuye el desperdicio de materiales y los tiempos de construcción, reduciendo el costo final de la obra.

Todas las secciones utilizadas de la estructura son muy pequeñas en comparación con la bioconstrucción de estructura de rollizos, lo que facilita su manipulación en obra y posibilita una gran economía de materiales. Destacándose que este sistema solo necesita herramientas simples y económicas.

Hay dos aspectos importantes en la secuencia de obra: el primero es la terminación de la plataforma de fundación (ya sea de hormigón armado o de madera),  lo que permite trabajar con la obra limpia y usar esta superficie como plano de trabajo para la realización de los módulos de la retícula. El segundo, es que al terminar el montaje de todas las retículas y antes de rellenar los muros y realizar cualquier tipo de terminación , se construye el techo y su cubierta, terminando de rigidizar la estructura y generando un espacio cubierto para el acopio de materiales, para no interrumpir el trabajo en días de lluvia y para que en el momento de trabajar los muros de quincha, estos estén protegidos.

Todas las construcciones realizadas con este sistema van acompañadas con tratamiento y recuperación de aguas, sistemas de acondicionamiento pasivo y energías alternativas, lo que las hace más sustentables y menos dependientes de las redes de infraestructura. Las condiciones de habitabilidad, en relación al espesor de los muros de la bioarquitectura con estructura de rollizos, son óptimas ya que se logra un muro de quincha de 26 cm de espesor y todos los beneficios que conlleva este tipo de paramento.

Muros de quincha

La técnica de quincha utilizada en los muros sigue los principios de la bioconstrucción, mediante el uso de fibras vegetales y tierra del lugar. A partir de las características de estos se completa la masa de relleno con los elementos necesarios para lograr las condiciones óptimas requeridas.

Los criterios generales empleados para la utilización de los distintos tipos de quincha son los siguientes: en la orientación norte se utiliza quincha húmeda que tiene mayor transmitancia térmica, pero que en esta orientación no es problema, porque no se requiere mucha aislación. Tiene una gran inercia térmica, lo que posibilita el almacenamiento del calor ganado por la exposición al sol, que luego es transmitido al interior de la vivienda.


En la orientación sur se utiliza una quincha mucho más seca porque tiene menor transmitancia térmica, haciendo que los muros sean más aislantes donde más se lo necesita. No se utiliza la quincha totalmente seca, porque en su compactación se corre el riesgo de que queden burbujas de aire que se convierten en puentes térmicos.

Existe un fenómeno que es importante tener en cuenta: si se permite que el muro se “enfríe” totalmente, disminuye considerablemente su capacidad aislante, por eso es recomendable que en los muros que dan al sur, se realice  un revoque de tierra alivianada de un espesor considerable, para disminuir la pérdida de calor del muro. Estos son criterios generales que hay que adaptar a las particularidades de cada obra, para evitar utilizar “recetas” que muchas veces se vuelven en contra de la eficiencia de las técnicas constructivas.

Tipológicamente el sistema permite diseños personalizados, sin que eso afecte a la racionalidad del sistema constructivo. Esta racionalización con su consiguiente disminución de tiempos de construcción y costos puede llegar a ser mucho más significativa si fuera necesario construir más de una unidad habitacional.

Quinua  Arquitectura
(*) Quinua Arquitectura es un taller cordobés nacido en el año 2004, dedicado a la investigación y experimentación en arquitectura alternativa y sustentable y al desarrollo de mecanismos de diálogo, desde el diseño y la producción para el trabajo con comunidades marginales. El estudio trabaja sobre las líneas de generación de empleo, y de un hábitat más accesible y responsable, desarrollándolo a través de la investigación sobre técnicas populares de producción de objetos, reciclado, bioarquitectura y experimentación tecnológica.

Quinua está formado por los arquitectos Pablo Martín Capitanelli y Pablo Leguizamón, y las arquitectas Ma. Florencia Orellana y Gabriela Soler.

CONTACTO

quinua.arquitectura@gmail.com

IG: quinua.arquitectura

 

 

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